Sus declaraciones sobre cómo estarán las cosas en el 2012 han sido muy claras, y es que asegura que éste no será un año de contracción económica: “No necesita uno estar en recesión, técnicamente, para que se sienta muy incómodo”. Respecto a la situación actual, ahora el comercio mundial ha vuelto a caer y eso está “jalando” a la totalidad de las economías exportadoras, en particular. Mientras más abierto y más exportador es un país, más vulnerable se queda a este fenómeno de la ralentización en el mundo.
En Grecia se está produciendo un total desastre en el desarrollo de las finanzas, Gurría ha dicho que “el asunto se tendría que haber tratado con más naturalidad. De manera más lógica. No es posible que a todo el mundo se le ponga en la misma bolsa. Hay un contagio innecesario por no haber sido capaces de aislar el caso de Grecia”. En definitiva, ni siquiera es igual que el de Irlanda, que tiene que ver con un tema bancario, ni tampoco es igual que el de Portugal, que viene propiciado por muchos años de una productividad muy baja. De manera que no hay que generalizar.
Ahora nos vamos a España, nuestra mayor preocupación, donde el paro sigue dando mucho que hablar y la crisis es un problema continuo. El tema del paro en España empezó con una cifra en donde España tenía el 9 por 100 y todos los demás tenían el 4 o el 5 por 100. Y eso que España había crecido por encima de la media europea durante trece años. De manera que las cifras de España tienen algo diferente: “No es lógico que estuvieran creciendo más que Europa y tuvieran el doble de desempleo antes de la crisis”. Para concluir, Gurría afirma que “hay un problema de contabilidad”.
