La mujer presuntamente espiada en una comida con la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, y expareja de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez, explica en Herrera en la onda que no tenía constancia de que se grabara aquella conversación. Considera que se está desviando el tema y se queja de que despierte más interés ella que la familia Pujol.
Explica el contenido de la declaración que hizo ante el juez Ruz y denuncia que Jordi Pujol, Ferrusola no paró de acosarle. Afirma sentir miedo y advierte de que en la conversación con Alcia Sánchez Camacho se dicen "cosas muy gordas" que no salen a la luz. Dice no entender "qué pinta el PSC aquí", cuando le han preguntado sobre las informaciones que vinculan al partido como el que ordenó la grabación y admite tener miedo "imagínese que le dicen que llevan dos años siguiéndole y que tienen su vida controlada".
María Victoria Álvarez dice que le "parece aberrante lo que esta haciendo esa familia y no se hace nada", describe a los "Pujol como cobardes y los que dicen que Madrid nos roba también son cobardes". Sobre su relación con el Partido Popular dice, "he sido muy pepera, pero ya no lo soy porque me han defraudado", "Yo en las últimas elecciones no voté al Partido Popular".
