Rajoy hizo un discurso expositivo de la realidad pero basado en datos esperanzadores: el comercio exterior, el déficit por debajo del 7%. Por su parte Rubalcaba ya gastó una bala pidiendo la dimisión del presidente, y más allá de algunas intervenciones ingeniosas, su problema principal es que ha pasado muy poco tiempo desde que dejó el Gobierno. Ahora Rubalcaba se enfrenta a las críticas propias del PSOE y, por si fuera poco, ayer sale Pere Navarro, líder del PSC catalán y pide la abdicación del rey.