Carlos Herrera arranca el editorial felicitando al campéon de la Europa League, el Atlético de Madrid con su himno de fondo y también alabando el juego del Athletic de Bilbao.
Una vez hecha la celebración, Herrera se centra en la nacionalización del 100% de la matriz Bankia, “donde está el ladrillo” para no dejarla caer.
Herrera comenta los puntos clave que se concatenaron para llegar a esta situación: “Deloitte hizo la auditoria y decidió no firmarla ya que no vio 3.500 millones de euros, Draghi advirtió a Rajoy, Rato dimitió, se desplomó Bankia en la bolsa”. Con todo ello comenta Herrera, “el Gobierno entiende que no puede esperar y decide quedarse con la matriz controlando el 45% de la entidad. Coloca un gestor, Goirigolzarri que tiene que renovar todo el cuadro de administración de la caja, quitar de en medio alguno de los consejeros y rediseñar un pan financiero.” Así que con el 1005 de la matriz la hoja de ruta es sanear y devolver a los gestores privados cobrando el Estado de todo ello. Como dice Herrera, “Obama hizo lo mismo con alguna entidad financiera americana, se la quedó, la saneó y la devolvió”.
Herrera apunta que los consejeros del partido socialista de Madrid en el consejo de administración de Bankia se abstuvieron de votar a Goirigolzarri porque Tomás Gómez considera inmoral la pensión que obtuvo del BBVA cuando se fue. Herrera se pregunta por el criterio de medición de moralidad de Gómez y critica que lo acuse cuando hay personas como Virgilio Zapatero, exministro de Felipe González, se lleve al año 600.000 euros en el consejo de administración que acaban de hundir.
“Así que ahora lo que se debe hacer es acelerar la irresistible y desesperadamente lenta reforma financiera que debía puesto en marcha en España incluso cuando Zapatero decía que teníamos el mejor sistema financiero” concluye Herrera.