Según informa la Policía, un subinspector destinado en la Comisaría de Sagunto, que circulaba con su coche junto a su hijo, vio a una mujer joven que estaba en una acera con un bebé envuelto en una manta.
Al acercarse, la mujer le gritó que su hija "se moría" y el policía pudo observar que el bebé estaba en estado cianótico, "sin estímulo alguno".
"Cogió a la niña y empezó a realizarle maniobras de reanimación, pero sin reacción alguna, a la vez que le decía a su hijo y a las personas que se habían acercado que llamaran al 112", señala la Policía.
Tras los primeros intentos de reanimación, el agente procedió a comprobar si tenía algo en el interior de la boca, "notando entonces como tenía toda la garganta, boca y nariz llena de mocos", a lo que "comenzó a retirar rápidamente desalojando las vías respiratorias, comenzando en ese momento la bebé a dar síntomas de reacción y a llorar, todo esto con dificultad".
El subinspector estuvo atendiendo a la niña y recibiendo consejos médicos por teléfono del 112 hasta que "instantes después" llegó una patrulla de la Policía Local y el servicio sanitario que, tras atenderla y estabilizarla, la trasladó a un hospital.
Unos días más tarde, tras interesarse el agente por el estado de la bebé, la madre se mostró "muy agradecida" y le contó que los médicos le habían explicado que sus maniobras fueron determinantes para salvarle la vida.