Fuentes policiales han informado de que la investigación se inició el pasado domingo cuando los agentes se desplazaron a la vivienda de la mujer y confirmaron su fallecimiento sobre las 18:00 horas.
A raíz del suceso, la Policía -que encontró el cadáver cubierto de mantas y con la ventana de la habitación de par en par- dio aviso a la jueza, al secretario judicial y al médico forense, quienes adelantaron que se encontraba en avanzado estado de descomposición.
El hecho de que la entrada de la vivienda estuviera llena de ambientadores impedía también que el olor del cuerpo se extendiera por todo el edificio.
La mujer tenía 77 años, era dependiente al padecer alzhéimer y compartía su domicilio con dos de sus cinco hijos y la novia de uno de ellos, que hacía las veces de su cuidadora.
Otro de los hijos -que era su tutor legal pero no vivía allí- acudió el domingo a la vivienda y la encontró muerta en su cama, mientras que el hermano y la pareja de éste estaban fuera y la hermana, que también convivía con la madre, dormía en otra habitación.