Los padres del agresor han confirmado a la Policía que la ballesta con la que atacó en el instituto es un regalo que recibió el padre hace 20 años. Desconocían que su hijo la hubiera cogido porque la tenían guardada en otra casa.
Durante el registro en el domicilio familiar la policía ha encontrado en el dormitorio del niño otras tres ballestas que él habría fabricado con alambres y gomas, un machete y dos escopetas con balines. Un croquis del instituto y varios dibujos diabólicos con los que aparecía escrito tenemos que matarlos a todos. Los padres han mencionado que su hijo estaba recibiendo tratamiento psicológico, no han trascendido los motivos, pero no estaba tomando medicación alguna.
Desde el instituto insisten en que no tenían constancia de que el menor tuviera problemas psicológicos. David, el profesor que redujo al niño, cuenta que el niño le dijo que escuchaba voces que le decían que tenía que matarlos a todos. Algo que confirmaría la teoría del brote psicótico difundida por los expertos.
Este tipo de trastornos surgen sin previo aviso. Pueden durar días o meses, detrás se esconce una enfermedad mental grave. En ocasiones pueden alterar el comportamiento, pero en este caso se puede confundir con los cambios de la adolescencia..
En su ataque el joven terminó con la vida de Abel, el profesor de sociales e hirió a cuatro personas má. La profesora de literatura, la primera en ser agredida con la ballesta, y su hija que también recibió una puñalada en la pierna volvían ayer por la tarde a su domicilio.