"Hemos dado un nuevo paso para preparar el terreno para una negociación real, que espero sea posible en no demasiado tiempo", dijo De Mistura al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El diplomático dejó claro que "sigue habiendo mucho por hacer" y diferencias "importantes" entre las partes en asuntos clave.
Sin embargo, insistió en que los progresos de la sexta ronda de diálogo, cerrada el pasado viernes, plantean nuevas esperanzas.
Según De Mistura, tanto Gobierno como oposición se mostraron receptivos a su intención de convocar una séptima ronda de negociaciones durante el mes de junio.
Entre otras cosas, el mediador destacó que por primera vez todas las partes dieron el visto bueno para que se continúe trabajando a nivel de expertos al margen de las convocatorias oficiales.
De Mistura insistió en que el trabajo de los expertos no va a reemplazar a las negociaciones formales, sino que buscará profundizar en aspectos clave de las discusiones para presentar distintas opciones.
El enviado especial de la ONU para el conflicto llamó a todos los actores, tanto sirios como internacionales, a continuar con los esfuerzos para avanzar hacia una solución política a la guerra.
Según aseguró, aún es necesario un mayor "consenso internacional" y regional con vistas al futuro y que "los sirios vayan más allá de la retórica, posturas de partida e intentos de deslegitimar al otro y (entren) en un verdadero proceso de negociación".
Sobre la situación en el terreno, De Mistura dijo al Consejo de Seguridad que la creación de zonas seguras impulsada en Astaná por Rusia, Irán y Turquía ha supuesto una "reducción significativa" de la violencia en la mayor parte de esas áreas.
Sin embargo, las hostilidades continúan en algunas zonas y hay preocupación por los civiles atrapados entre las líneas de combatientes, por lo que reiteró su llamamiento a respetar un alto el fuego en todo el país.