El jefe de la policía de Oslo, Johan Fredriksen, explicó en una rueda de prensa posterior que, tras una evaluación preliminar, el objeto probablemente no contenía "explosivos reales", aunque se seguirán analizando los restos.
El objeto, que estaba "obviamente diseñado para parecer una bomba" y "para crear miedo", según la policía, fue hallado esta mañana frente a la Facultad de Físicas, el mismo lugar donde un guardia de seguridad fue tiroteado por dos personas poco antes de las 03.00 hora local (01.00 GMT).
La policía procedió a levantar el cordón que había dispuesto sobre gran parte del principal campus de la Universidad de Oslo y que afectaba a cuatro edificios, e investiga por intento de asesinato el ataque al guarda.
Este empleado recibió en el pecho el impacto de una de las cinco balas del calibre 22 disparadas, pero solo se encuentra herido leve porque vestía un chaleco antibalas, ya que hace menos de un año se produjo otro ataque con armas de fuego en el campus.
Según el testimonio del guardia, el hombre que disparó era blanco, de 1,75 metros de altura, hablaba inglés y llevaba una gorra roja y zapatos grises.
La policía empleó robots dirigidos a distancia en la detonación del artefacto sospechoso y hasta el lugar se desplazaron varias ambulancias y camiones de bomberos.
Además, la policía cerró temporalmente a aviones y drones un espacio aéreo de dos millas náuticas (3,7 kilómetros) de radio en torno a la facultad.
La policía ha iniciado una investigación criminal por intento de asesinato por el tiroteo del guarda y se ha hecho con las imágenes de las cámaras de seguridad, aunque aún no han sido analizadas.
Decenas de agentes peinaban la zona con perros especiales para intentar encontrar objetos personales de los agresores.
Por el momento se ha encontrado una cazadora negra que podría pertenecer a uno de los atacantes, según la policía.