El coordinador antiterrorista de la Unión Europea (UE), Gilles de Kerchove, alerta del riesgo de que de aquí a cinco años los yihadistas puedan cometer ciberataques en centrales nucleares y otros objetivos a través de internet, explica en una entrevista que publica hoy el diario 'La Libre Belgique'.
De Kerchove reconoce que es "incapaz de decir si hay fallos en la protección" de las centrales nucleares belgas, pero admite que no le sorprendería "que en el futuro, el sector nuclear sea objetivo de ciberataques". "No creo que el ciberterrorismo sea ya un realidad, pero no me extrañaría que antes de cinco años haya tentativas de utilizar internet para cometer atentados", dice.
Ello podría afectar, añade, "al centro de gestión de una central nuclear, a una presa, a un centro de control aéreo o al conmutador de los ferrocarriles". Por ese motivo, considera que es urgente invertir en reforzar la seguridad en ese ámbito, ya que teme que "las nuevas tecnologías permitan a un individuo aislado cometer un atentado de gran escala".
Advierte además de que Daesh "ha demostrado una enorme sofisticación en el uso de las redes sociales", y de que hay jóvenes aficionados a las nuevas tecnologías, "es una generación que ha nacido con Internet". Alerta asimismo de que existe la amenaza de "la miniaturización de los explosivos, y de la biotecnología".
Por ejemplo, precisa, "sería posible a través de biotecnologías de síntesis, manipular virus de tipo ébola", y añade que la Comisión Europea está reflexionando sobre la manera de aumentar la defensa de los Estados miembros contra los ciberataques.
Sobre la capacidad de Bélgica en el ámbito de la seguridad, dice que hay que distinguir tres dimensiones; la Defensa, ámbito en el que opina que el país "es bastante bueno", aunque admite que no sabe si el Gobierno es capaz de anticipar y resolver grandes ataques.
A nivel de empresas, añade, "no sé si existe un nivel de consciencia suficiente del riesgo en materia de ciberseguridad". Según el coordinador antiterrorista europeo, "hay que mejorar los intercambios de información entre los países europeos y repensar en la cultura de la seguridad en Bélgica".
Añade que tres elementos le han hecho temer atentados en Europa: "en primer lugar que el Daesh está retrocediendo en Siria y en Irak, pero que es una organización que siempre ha querido manifestar su capacidad de actuar", razón que explica la sucesión de ataques en Líbano, Turquía, París, Túnez o Bruselas, mientras que antes "concentraba sus esfuerzos en la construcción de un califato".
En segundo lugar, afirma, "la presión sobre Siria podría llevar a un retorno masivo de los combatientes extranjeros", que son nacionales europeos. Por último, dice que "asistimos a movimientos preocupantes del liderazgo del EI entre Siria y Libia".
Sobre los retornados, cree que las autoridades deben "controlar seriamente su peligrosidad" e indica que quienes regresan de Siria son "fuentes potenciales de información, pero también de contrapropaganda, porque han vivido en el clima de brutalidad y locura que hace reinar Daesh y pueden dar testimonio de ello".