En un discurso en el Real Instituto de Relaciones Internacionales de Londres, más conocido como Chatham House, Cameron aseguró también que la decisión que tome el pueblo británico el día que vaya a votar en el plebiscito será "final", sin posibilidades de renegociación y de convocar una segunda consulta.
El líder conservador, que calificó el referéndum como la decisión más importante que tomará el Reino Unido en muchos años, insistió en la necesidad de que el Reino Unido y otros países que no forman parte de la moneda única puedan tener acceso al mercado único.
En cuanto a la inmigración, Cameron dijo que el objetivo de su país es exigir a los comunitarios residir al menos cuatro años en el Reino Unido y pagar impuestos durante ese periodo de tiempo antes de poder acceder a ayudas estatales.
También pedirá eximir al Reino Unido de una mayor integración europea y aumentar la competitividad en Europa.
El "premier", que aún no ha fijado la fecha del plebiscito, desveló sus pilares de reformas el día en que envía al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, su carta con las propuestas antes del referéndum, que deberá convocarse antes de que termine 2017.
Cameron admitió que el Reino Unido y sus 27 socios comunitarios tienen por delante un trabajo de gran "desafío" pero alcanzable con un poco de "imaginación política".
Esta será la "única oportunidad" de conseguir las reformas, insistió Cameron.
"Tengo mucha confianza de que vamos a conseguir un acuerdo que funcione para el Reino Unido y para nuestros socios europeos", resaltó el primer ministro, quien ha recalcado que los vínculos "emocionales" no mantendrán a su país en la UE si no hay cambios.
Al mismo tiempo, el primer ministro vinculó la necesidad de reformas en la UE con la seguridad nacional pues en los últimos años han surgido amenazas para Europa, como el avance del grupo terrorista Estado Islámico (EI), la crisis en Ucrania y los problemas de los refugiados por la guerra civil en Siria.
"No tengo dudas de que para el Reino Unido, el asunto europeo no es sólo un asunto de seguridad económica, sino de seguridad nacional también", resaltó el político "tory", que espera abordar estos planes en la cumbre europea del mes próximo.
Los comentaristas estiman que el referéndum podría adelantarse incluso a la primera mitad del año próximo.
Se espera que el punto más controvertido sea el de la inmigración pues otros socios europeos pueden considerarlo discriminatorio hacia sus ciudadanos y porque requerirá cambios en el tratado.
El jefe del Gobierno ha insistido en que está a favor de que el Reino Unido permanezca en una UE reformada, si bien no ha descartado la salida del país si no consigue los resultados que busca.