Además, se deberá justificar el motivo de la estancia y disponer de medios suficientes de subsistencia. Así mismo, aquellos que pretendan entrar legalmente en el espacio de la Unión no pueden figurar en el denominado Sistema de Información Schengen ni representar una amenaza para el orden público, la seguridad, la salud o las relaciones diplomáticas de los estados miembros.
En cuanto a los mecanismos de control comunes, hay que remontarse a los atentados del 11 de Septiembre de 2001, que pusieron en evidencia la auténtica fragilidad de las fronteras. En tres años se logró crear la Agencia Europea para la Cooperación en las Fronteras Exteriores, conocida como FRONTEX. De ella depende la Red Mediterránea de Patrullas Costeras para vigilar las fronteras exteriores, con especial preocupación por las meridionales.
FRONTEX es un instrumento comunitario global pero desde Bruselas se reconoce que sólo podrá hablarse de verdaderos resultados cuando los países aporten los recursos humanos y materiales necesarios. No obstante, en verano de 2007 el Ejecutivo comunitario y la Eurocámara reglamentaron la intervención rápida mediante la asistencia temporal a estados miembros que se encuentren en una situación de urgencia, como en el caso de los que intentan frenar la entrada clandestina masiva al territorio de la Unión.