HA DENUNCIADO NACIONES UNIDAS

Algunas familias casan a sus hijas por la dote para sobrevivir a la grave sequía en Afganistán

La peor sequía en décadas en Afganistán ha empujado a decenas de miles de personas a tener que abandonar sus hogares y está empujando a algunas familias a tener que casar a sus hijas a cambio de la dote para poder sobrevivir, según ha denunciado Naciones Unidas.

ondacero.es

Madrid | 27.11.2018 12:27

Manifestación en Kabul (Afganistán)
Manifestación en Kabul (Afganistán) | EFE

Unas 223.000 personas se han visto desplazadas por la sequía en las provincias de Herat, Badghis y Ghor, en el oeste del país, debido a la sequía este año, según el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF). La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha indicado que las familias se están saltando comidas, vendiendo su ganado y trasladadándose a las ciudades, donde es más fácil acceder a ayuda y servicios.

Algunas familias desplazadas están adoptando medidas aún más drásticas, según UNICEF, que ha documentado 161 compromisos o matrimonios en Herat y Badghis entre julio y octubre. De ellos, 151 eran niñas y seis niños.

"La sequía es la peor en décadas", ha contado la portavoz de UNICEF, Alison Parker, a Thomson Reuters Foundation. "Los niños se están convirtiendo en las víctimas colaterales", ha denunciado, precisando que las familias reciben una dote que puede aliviar sus problemas financieros, después de haber perdido sus medios de vida y sus pertenencias.

Muchas familias afectadas por la sequía han tenido que pedir prestado dinero para el transporte, la comida o la atención sanitaria, según la ONU.

La ONG World Vision ha indicado que la mitad de los hogares que analizó en Badghis el pasado septiembre señalaron que el matrimonio infantil era una medida que se adoptaba para poner comida sobre la mesa en tiempos de sequía.

Unos 11 millones de personas, casi la mitad de la población rural de Afganistán, se enfrentará a "inseguridad aguda severa" hasta febrero, según el sistema Clasficación Integrada de la Seguridad Alimentaria por Fases (IPC, por sus siglas en inglés), que usan las ONG para medir el hambre.

"Años de conflicto e inestabilidad así como el grave deterioro de las condiciones de la tierra se han unido al impacto de la sequía", destacó el IPC en su informe de agosto.

Además de los forzados a dejar sus casas por la sequía, el conflicto entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados, incluidos los talibán, ha dejado ya más de 300.000 desplazados, según los últimos datos publicados esta semana por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Por otra parte, 3,7 millones de niños de entre 7 y 17 años no van a la escuela, según un estudio publicado este martes por la Coalición Mundial para Proteger la Educación de Ataques, que ha advertido de que la cifra parece estar aumentando por primera vez desde 2002.

El impacto es mayo entre las niñas, que suponen 2,2 millones del total de menores que no reciben educación, según el estudio elaborado entre otros por UNICEF y Save the Children, que denuncia el creciente número de ataques contra escuelas, profesores y estudiantes.

Así, en los primeros seis meses del año se han verificado 90 ataques contra la educación, una cifra muy superior a los 68 ataques registrados durante todo 2017.