El Valle de los Caídos cambiará su denominación actual y pasará a llamarse el Valle de Cuelgamuros, según ordena una de las últimas enmiendas pactadas por el PSOE y Unidas Podemos en la nueva Ley de Memoria Democrática, que constará de 30 enmiendas firmadas por los socios del Gobierno de coalición.
El nuevo Valle
Con el cambio de nombre, el Ejecutivo pretende que el nuevo Valle se convierta en un lugar dedicado "a la memoria histórica y democrática". Asimismo, se pretende que, "a través de planes y mecanismos de investigación y difusión", se conozca mejor cuál es su origen, "en qué circunstancias se construyó, el periodo histórico en el que se inserta y cuál es su significado".
A partir de ahora y según la enmienda, allí "solo podrán yacer los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la guerra" y será un lugar de reconocimiento, conmemoración, recuerdo y homenaje a las víctimas allí inhumadas". Para eso, el documento insta a reubicar "cualquier resto mortal que ocupe un lugar preeminente en el recinto", como los de José Antonio Primo de Rivera, que simbólicamente serán de los primeros en desplazarse al encontrarse en una fosa individual.
¿Qué supondría la exhumación de los restos de J. A. Primo de Rivera?
De producirse, el desenterramiento de los restos del que fuera jefe de la Falange supondría la segunda gran exhumación de un general franquista, después de que el pasado octubre de 2019 se hiciera lo propio con el cadáver de Franco, que fue reubicado en el cementerio de Mingorrubio (Madrid), tras la aprobación del Gobierno de Pedro Sánchez y el aval del Tribunal Supremo.
Un lugar en el que residen miles de restos mortales
Actualmente, se calcula que el Valle residen los restos de unas 33.000 personas, un tercio de los cuales serían combatientes republicanos según algunas estimaciones. El resto de cuerpos depositados allí se encuentran en cajas de madera anónimas que, según los expertos, se encuentran deterioradas por el tiempo y algunos huesos, mezclados.
La prioridad de "atender a los familiares"
La enmienda concuerda que se tendrá como prioridad atender a los familiares, especialmente a las reclamaciones y peticiones "que tengan por objeto instar la exhumación y entrega de los restos de las víctimas inhumadas en el Valle de Cuelgamuros". En el caso de que no sea puedan exhumar, "se acordarán medidas de reparación de carácter simbólico y moral".
Las otras enmiendas que conforman la ley
El conjunto de las 30 enmiendas que conforman la nueva ley proponen, asimismo, "crear un fiscal de sala para la investigación de los hechos que constituyan violaciones de derecho internacional de los derechos humanos que impulse los procesos de búsqueda de las víctimas". Asimismo, se ordenará que "los archivos y documentación del Gobierno de la dictadura que estén en poder de entidades privadas o personas físicas" se incluirán en el registro del Centro Documental de la Memoria Histórica o "el archivo del organismo público que se determine".
A partir de ahora, "carecerán de visibilidad los retratos u otras manifestaciones artísticas de militares y ministros asociados a la sublevación militar o al sistema represivo de la dictadura", y se publicará anualmente un catálogo que recoja "aquellos símbolos y elementos que son contrarios a la memoria democrática".
