El delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, había solicitado ayer por dos vías la prohibición de este acto, que da inicio a las fiestas de San Bartolomé de Ibarra, al entender que se trataba de una "ofensa flagrante a las víctimas del terrorismo".
Tras conocer las denuncias de Urquijo, el Ayuntamiento de Ibarra se planteó suspender el acto, lo que ha ratificado tras recibir hoy un auto de suspensión cautelar del juzgado donostiarra, que ha atendido así la solicitud cursada por la Abogacía del Estado.
Urquijo había remitido también el caso a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que había decidido no incoar diligencias tras conocer que el Ayuntamiento había optado por no celebrar el txupinazo.