Así se constata en los informes que han presentado ante el Consejo Ciudadano de Podemos la Secretaría Política, de Análisis y Programa y de Organización, que apuntan a la "disonancia" entre la estrategia que mantuvieron en las negociaciones para la formación de Gobierno y el tono más amable de la campaña.
El informe presentado por el director de campaña y secretario político, Íñigo Errejón, atribuye los resultados de Unidos Podemos a la desmovilización de los votantes de IU más que a los propios y al desgaste sufrido durante el trabajo parlamentario.
Según el documento, el "cansancio" y el "hastío" de los votantes por la repetición electoral también ha afectado más a partidos como Podemos, que se nutren de la movilización electoral de sectores que antes no acudían a las urnas.
Un aspecto que coincide con unas de las conclusiones del estudio demoscópico que ha presentado la secretaria de Análisis, Carolina Bescansa, que concluye que la caída de votos de Podemos se ha debido a la desmovilización y no a la pérdida de su electorado.
Los resultado de ese análisis no señalan una causa principal pero sí tres factores determinantes: la desmovilización más acusada en los votantes de IU, la actuación durante los seis meses posteriores al 20D y la "campaña del miedo" que ha favorecido al PP.
Precisamente, esa "campaña del miedo" es considerada como el principal elemento negativo que ha perjudicado a Podemos, según el informe del secretario de Organización, Pablo Echenique, que ha recabado la opinión de los círculos y órganos territoriales.
La alianza con IU ve que ha tenido un efecto "neutro", ya que unos lo consideran un elemento positivo y otros negativo. Una situación similar cuando se ha preguntado a los círculos por la gestión parlamentaria, ya que algo más de la mitad de los consultados han admitido que ha perjudicado sus expectativas electorales.
También ha afectado a los resultados, según Podemos, la polarización política durante la campaña entre el "orden" que podría representar el PP y la "incertidumbre" sobre el futuro que podía significar el partido de Pablo Iglesias.
No obstante, consideran que esa desconfianza que puede generar Podemos en amplias capas de la población y sobre todo en entornos rurales o de más de 45 años, se irá diluyendo con el tiempo y con el trabajo en las diferentes instituciones.
En esta nueva etapa, Podemos deberá pasar por el "filtro institucional" y demostrar que además de presentar propuestas rompedoras es capaz del trabajo diario en las instituciones para generar confianza. La ausencia de "cuadros intermedios" que trasladen las políticas de la dirección nacional al entorno local es otro de los problemas orgánicos que se han detectado y en ello insiste el informe de Íñigo Errejón.
En lo que coinciden la mayoría de los dirigentes de Podemos es que, a partir de ahora, el debate se debe centrar en el futuro más que en buscar culpables de su pérdida de apoyos.