María Luisa Carcedo promete ante el Rey como nueva ministra de Sanidad

Sin presencia de símbolos religiosos, Carcedo ha formulado su promesa ante un ejemplar de la Constitución, sobre el que ha apoyado su mano derecha.

"Prometo cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social con lealtad al rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros y de Ministras", ha leído Carcedo, que ha añadido lo de "ministras" respecto al texto que tenía delante.

Como es habitual, la breve ceremonia ha tenido lugar en el Salón de Audiencias de Zarzuela con la ministra de Justicia, Dolores Delgado, ejerciendo como notaria mayor del Reino.

El jefe de Protocolo de la Casa del Rey, Alfredo Martínez, ha leído el real decreto de nombramiento que publicó ayer, miércoles, el Boletín Oficial del Estado.

Tras la lectura de la promesa, el rey se ha acercado a la nueva ministra de Sanidad para darle la enhorabuena y posar con ella ante los medios gráficos.

A continuación, se han unido al grupo Sánchez y Delgado, que también han felicitado a Carcedo, médico de profesión e histórica socialista asturiana.

Carcedo, que desde la llegada de Sánchez a Moncloa ha ocupado el cargo de Alta Comisionada para la Lucha contra la Pobreza Infantil, sustituye como ministra a Carmen Montón, quien dimitió el pasado martes tras conocerse presuntas irregularidades en un máster que cursó en la Universidad Rey Juan Carlos.

Además Sánchez y Delgado, han sido testigos de la ceremonia el jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín; el secretario general, Domingo Martínez Palomo, y el jefe del Cuarto Militar, Juan Ruiz Casas, así como el director general de los Registros y del Notariado, Pedro Garrido.

Tras el acto en Zarzuela, Carcedo tomará la cartera ministerial de manos de Montón y mañana se estrenará en la reunión del Consejo de Ministros.

El relevo en Sanidad es el segundo cambio que Sánchez se ve obligado a introducir en los algo más de cien días que lleva al frente del Gobierno después de que también dimitiera Màxim Huerta como titular de Cultura y Deportes.

A Huerta le sustituyó José Guirao, que, al igual que Carcedo, prometió su cargo solo ante el ejemplar de la Constitución por su voluntad de prescindir de la Biblia y el crucifijo, una opción que la Casa del Rey ofrece desde que comenzó el reinado de Felipe VI y a la que se acogió por primera vez Sánchez cuando relevó a Mariano Rajoy.