La mujer que denunció al expárroco de Can Picafort por haberla violado cuando era menor, renuncia de esta manera a cobrar la indemnización civil que podría corresponderle si el cura, Pere Barceló, resulta declarado culpable de los delitos de agresión y abuso sexual que se le imputan.
La entidad eclesiástica asegura que el acuerdo alcanzado con la víctima sirve para resarcir el daño moral que ha sufrido y también es una expresión del compromiso de la Diócesis en la defensa de los que han sido víctimas de comportamientos impropios de un sacerdote.