Podemos ha criticado en un comunicado que Moreno no sólo no haya renunciado a su acta, pese a habérselo solicitado su partido de procedencia, sino que precisamente ha sido esa expulsión y su paso al grupo no adscrito lo que le ha abierto las puertas del equipo de gobierno, "en una decisión de dudosa legalidad".
Según la formación morada, resulta "ridículo" afirmar que conductas como las de este concejal deben quedar circunscritas a la esfera "privada y personal".
Asimismo, para Podemos, supone "un insulto a la inteligencia de los vecinos" que el alcalde, Antonio Moreno Ferrer (PSOE), entienda que el concejal más apropiado para dirigir la educación en Vélez-Málaga "sea un señor expulsado de su formación y condenado por conducción bajo los efectos del alcohol".
Con la incorporación del edil no adscrito, el equipo de gobierno se asegura la mayoría absoluta, con trece de los 25 concejales de la corporación, pero según Podemos, para garantizar la estabilidad "no vale todo y menos que nada, el socavar la de por sí minada confianza de la ciudadanía en sus representantes".
"Aprovecharse políticamente de conductas nada edificantes sólo dibuja un panorama de impunidad que lastra la convivencia, y quienes han jurado o prometido por su conciencia y honor cumplir fielmente las funciones de su cargo, deberían predicar con el ejemplo", añade el comunicado.
Por último, Podemos ha recordado que mientras que recientemente en Suecia una ministra decidía renunciar a su cargo por haber dado 0,20 miligramos en un control de alcoholemia -una cantidad inferior a la tasa permitida en España-, en el caso de Vélez- Málaga, hechos de esta naturaleza no parecen recibir ninguna sanción social.
"Ni se sancionan socialmente ni inhabilitan a los representantes públicos que los cometen, sino que tienen el premio en forma de liberaciones y asunción de nuevas responsabilidad de gobierno", han indicado los representantes de Podemos en el municipio.
Moreno fue condenado a ocho meses y dos días de retirada de carné y a una multa de 1.440 euros por un delito de conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas, cometido el pasado mayo.
El concejal arrojó una tasa superior a 0.90 miligramos en un control de alcoholemia realizado por la Policía Local en el núcleo de población de Torre del Mar, lo que supone triplicar el límite permitido de 0,25.
En declaraciones a Efe, el nuevo integrante del gobierno local ha asegurado que lo que le ocurrió fue "un desafortunado error personal" por el que pidió disculpas y que no va a justificar, "pero ello no implica que yo ya quede inhabilitado de por vida para desarrollar una buena función pública".
Ha lamentado "la persecución" de la está siendo víctima desde el pasado mayo y ha insistido en que no cometió ninguna infracción de índole política y que "las personas tienen que seguir viviendo y trabajando".
