No es la primera vez que la Cámara baja obtiene un importante superávit presupuestario, de forma que al cierre del ejercicio de 2014 acumulaba ya un fondo de remanentes de 87,2 millones de euros, una cantidad equivalente a su presupuesto para todo un año. Para 2015, el Congreso aprobó un presupuesto global de 84,2 millones de euros, lo que supuso un incremento del 0,3 por ciento con respecto al año anterior, aunque comparado con el presupuesto de 2009 experimentó un descenso acumulado del 17,91 por ciento.
Las cuentas contemplaron además la congelación de las retribuciones de los diputados por séptimo año consecutivo. En el informe de ejecución que se presentará este martes ante el pleno del Congreso, destaca el gasto en las retribuciones de los diputados y altos cargos, que alcanzaron los 17,89 millones de euros, aproximadamente un 5 por ciento menos de lo presupuestado.
Ahorro superior que se observa en el conjunto de gastos de personal del Congreso, que alcanzaron los 33,09 millones, un 7 por ciento menos de lo planificado. Los viajes de los diputados es otro de los apartados en los que el Congreso gastó mucho menos de lo previsto.
En total, la Cámara abonó billetes de avión y tren por 4,09 millones de euros, bastante menos de los 6,75 millones presupuestados inicialmente, lo que supone un ahorro para las arcas públicas de más de 2,6 millones. Una cantidad mucho más modesta que la factura de los servicios de taxi para los diputados y las tarjetas de aparcamiento en los aeropuertos y de transporte para los miembros de la Mesa. En taxis, el Congreso gastó el año pasado 829.178 euros, 45.000 menos, mientras que en tarjetas de aparcamiento en aeropuertos abonó 114.686 euros, un 35 por ciento menos de lo previsto.
No acaba aquí la partida en gastos de locomoción, ya que en 2015, el Congreso pagó 409.019 euros en gastos de kilometraje de los diputados, 90.000 euros menos. Ahorros también en las comunicaciones de telefonía fija y móvil, en las que se abonaron facturas por 450.255 euros, cuando se presupuestaron 600.000, mientras que el descuento en las líneas de acceso a internet fue aún mayor, cercano al 50 por ciento, con un gasto anual de 208.156 euros.
Hay dos partidas que apenas tuvieron variaciones, la destinada a subvenciones para los grupos parlamentarios, por un monto total de 9,3 millones de euros, y la subvención para el servicio de cafetería del Congreso, de 927.597 euros anuales. Prácticamente en todo el informe de ejecución del presupuesto de 2015 sólo hay un concepto por el que el Congreso gastó más de lo previsto, y fue en el "contrato fotográfico", en "actos extraordinarios" y en las Jornadas de Puertas Abiertas, con una factura global de 74.222 euros, un 27 por ciento más.
La presentación del informe de ejecución presupuestaria ante el pleno de este próximo martes correrá a cargo de un secretario de la Mesa y posteriormente podrán tomar la palabra los portavoces de los grupos parlamentarios para que aporten sus sugerencias al documento que, no obstante, no será votado por el conjunto de la Cámara. La primera vez que el pleno Congreso dio cuenta de la ejecución de ingresos y gastos fue en 2013, a pesar de que así lo obligaba el Reglamento de la Cámara desde 1982.