En la ceremonia de la jura de la Constitución de la Princesa algunos mensajes del gobierno y de la presidenta del Congreso sonaron a contradicción. Porque la ceremonia del juramento estuvo inmersa en la otra realidad, la que se vivía fuera del baldaquino que adornaba el atrio del Congreso. Estaba en los protagonistas de la foto del PSOE con Carles Puigdemont en Bruselas que parece rubricar el pacto de los socialistas con el gran ausente-presente: el prófugo Puigdemont.
De hecho, los mensajes solemnes como el que pronunciaba Pedro Sánchez, mirando a La Princesa Leonor diciendo "Contad, Alteza, con la lealtad, el respeto y el afecto del Gobierno" o "La Constitución española es una promesa... sobre la cual se funda nuestra convivencia" resultaron especialmente chocantes tras lo ocurrido con ese pacto PSOE-Junts que está a punto de anunciarse. Y sonaban aún más difíciles cuando el propio Sánchez señalaba ante la Princesa y ante los reyes que " el futuro se escribe con cada acción, y también con las decisiones que tomamos". Es imposible saber qué pasaba por la cabeza de Leonor cuando escuchó esa frase, aunque más fácil imaginar lo que pensaban cualquiera del resto de los presentes con más años de rodaje político.
Algo similar ocurrió cuando era la propia presidenta del Congreso quien después de aludir claramente a "una España plural y diversa...que debemos perfeccionar a través del diálogo y el consenso..." decía sin ambages que "todos y todas estamos sometidos al derecho... porque no hay poder que tenga capacidad fuera de nuestro gobierno de leyes". Otra frase que retumbaba en el hemiciclo pocas horas después de la foto del mencionado Puigdemont que como si no existiera y si el pacto de investidura se consagra, quedará libre de los delitos de los que todavía le acusa el Tribunal Supremo.
