Alberto Álvarez, portavoz de Élite Taxi, una de las asociaciones convocantes del paro, ha pedido en declaraciones a Efe calma a sus compañeros y, aunque ha condenado la violencia vivida ayer, ha criticado también la inacción de los políticos, que han permitido que se haya llegado "a esta situación de conflicto en las calles".
Los paros están convocados por las organizaciones Asociación Taxistas Latinos Unidos, Élite Taxi Barcelona, Associació de Taxistes Pakistanesos de Cataluña, Sindicat del Taxi de Cataluña, Agrupació Taxi Companys y Anget Taxi, en apoyo del reglamento del Área Metropolitana que regula las VTC y que ha sido suspendido por el TSJC.
El reglamento, que contempla una licencia de VTC (vehículo de transporte con conductor) por cada 30 licencias de taxi y limita la actuación de compañías como Uber y Cabify, ha sido suspendido por el TSJC aceptando así una medida solicitada por la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia.
Precisamente a las 10.00 horas de este jueves está prevista una vista en el TSJC para abordar la suspensión, a la que están convocados representantes del Área Metropolitana y de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia.
Fuentes del sector han cifrado el seguimiento del paro, al igual que ayer, en el 100 % de la flota de taxis, que están convocados esta mañana en el aeropuerto, desde donde iniciarán a las 9.00 horas una marcha lenta, previsiblemente hacia Barcelona, aunque no han querido concretar el lugar.
"La violencia no es el camino y, aunque lo que pasó ayer es injustificable, llevamos un año de conflicto en las calles y es muy urgente solucionar este problema cuanto antes", ha explicado a Efe el portavoz de Élite Taxis, que ha añadido que las asociaciones del sector están "hartas de decir que la situación se les está yendo de las manos, no se puede parar a la gente si se les quita todo".
Ayer, tras la manifestación que reunió en el centro de Barcelona a más de un millar de taxistas, se produjeron una serie de incidentes y un grupo de taxistas atacaron coches de Uber y Cabify, en uno de los cuales viajaba una familia francesa. A consecuencia de esas acciones, ambas compañías anunciaron que este jueves suspenden su actividad en la capital catalana para evitar que se produzcan nuevos incidentes.