El Instituto Geográfico Nacional detectó ayer un movimiento de 2,1 grados en la escala de Richter, en la zona cercana a la plataforma marina del proyecto de gas Castor, frente a la costa de Vinaròs que se registró a las 17.30 horas y a una profundidad de 11 kilómetros. En la actualidad, el almacenamiento de gas está parado desde el pasado mes de septiembre se registraran numerosos temblores.
El caso, sin quererlo, pone en alerta a los alcaldes y vecindad de la zona que aseguran que están en guardia ante la posibilidad de que se registren temblores. El alcalde de Vinaròs, juan Bautista juan, de momento, se muestra confiado porque confía en el riguroso cumplimiento de la paralización total de la actividad tal y como decretó el pasado mes de octubre el ministerio de Industria. Sin embargo los vecinos de Vinaròs, no dejan de tener “la mosca detrás de la oreja”, ya que son conscientes que en la plataforma marina se han invertido muchos millones de euros y que los grandes accionistas no están dispuestos a perder dinero. El portavoz de la plataforma vecinal Mitjorn, Sebastián Fabregat, teme que los intereses de los grupos fuertes venzan a los intereses de los grupos vecinales.
En el tema del Castor, todos tenemos la misma mosca detrás de la oreja, ya que la declaraciones públicas su director general Recaredo Del Potro, ha admitido que la planta volverá a funcionar, cuando todavía no se ha hecho pública la auditoría y los informes que encargó el Ministerio de Industria para conocer si existen riesgos para la población. De momento, Del Potro ha declinado hacer declaraciones. En este asunto todos están mudos, menos la tierra.