Hoy mismo agentes del cuerpo nacional de la Policía han detenido a una célula terrorista asentada en Melilla y Nador, y vinculada a los bárbaros y fanáticos dirigentes del Estado islámico. Melilla no solo es España sino que está aquí al lado, o sea, esos criminales están entre nosotros: tres en concreto son exmilitares españoles que estarían huidos y tal vez adiestrando con los conocimientos adquiridos en su etapa en el ejército español a los terroristas combatientes en Siria e Irak.
La civilización se enfrenta a una guerra que acabará librándose mucho más cerca de lo que creemos. Por de pronto, España ha detenido en un año a medio centenar de yihadistas en nuestro territorio. Además de hacia el ombligo, debiéramos empezar a levantar la vista y valorar los riesgos que se ciernen sobre nuestro mundo.