Las previsiones de la Conselleria de Justicia y Bienestar Social son que las obras puedan estar concluidas el próximo mes de marzo y que en abril se proceda al equipamiento y traslado de personal, por lo que entrará en funcionamiento en la primavera del año próximo. El Palau de Justicia de Vila-real dotará a la ciudad de un nuevo edificio judicial de siete plantas y 7.000 metros cuadrados.
La inversión es un paso adelante para agilizar la justicia en la provincia de Castellón, una de las más colapsadas del territorio nacional. Según un informe del Consejo General del Poder Judicial, en nuestra provincia tenemos atascados casi 40.000 asuntos. De media, cada unidad judicial de Castellón tiene pendientes más de 825 asuntos, al cierre del primer semestre de 2013.
Es sangrante que nuestra provincia sea una de las que presente mayor tasa de congestión judicial, con un 2,41, mientras el índice en provincias como Madrid o Valencia sea algo inferior, con 2,04 y 2,17 respectivamente. Sin embargo, la ciudadanía litiga menos, incluso de abril a junio de este año se contabilizaron 26.422 nuevas causas judiciales en Castellón, casi el 6% menos que en el trimestre anterior, y de hecho ese descenso de los pleitos permite aligerar las agendas de jueces y funcionarios.
Jueces y funcionarios coinciden en que la única solución es dotar de más medios al sistema judicial, sin embargo para las cuestiones de justicia las cosas van incluso más despacio que en cualquier otro departamento. El conseller de Justicia y Gobernación, Serafín Castellano, reconocía ayer en el programa Castellón en la Onda, que una justicia lenta, no es justa. Castellano entona el “mea culpa” pero para los agraviados esto no es suficiente.