Rodríguez Ibarra defiende que tanto Manuel Chaves como José Antonio Griñán "son inocentes y por tanto no hay que tratarles como si fueran culpables". Además cree que a ambos dirigentes "no se les debe procesar por haber sido presidentes, sino haberles exigido responsabilidades por no haber evitado que esas cosas pasaran".
Además, sobre su partido dice que "todavía no hemos sido capaces de solucionar la sucesión de Felipe González" y lamenta en la actualidad "no haya una autoridad moral y política incuestionable por parte de quienes dirigían el partido, como lo había antes".
De la marcha de Tomás Gómez del PSM comenta que "había que quitar a ese candidato para poner a otro porque las encuestas en Madrid dan que va a ser de pena".