JJOO 2012 | WATERPOLO

España acaba sexta en la despedida de Iván Pérez

A los de Rafa Aguilar les sobró este partido y no encontraron sensaciones en ninún momento del encuentro. El capitán Iván Pérez recibió una calurosa despedida al final del encuentro.

ondacero.es

Londres | 12.08.2012 14:16

Iván Pérez disputa un balón en boya
Iván Pérez disputa un balón en boya | EFE

España no pudo igualar el quinto puesto de los últimos Juegos y ha acabado el torneo masculino de waterpolo en sexta posición, después de caer contundentemente ante Hungría, el tricampeón olímpico destronado, por 8-14 el día de la despedida de Iván Pérez.

A los de Rafa Aguilar les sobró este partido. En el último partido internacional del hispano-cubano, España no tuvo ninguna opción y acabó goleada por un equipo herido, que venía para hacer historia y conseguir su cuarto cetro mundial consecutivo y acabó jugando por el quinto puesto. Lo buscaron repetidamente en la boya e Iván Pérez, 41 años, marcó su último gol a poco del final.

Los magiares pusieron una velocidad de crucero desde el primer cuarto y con un equilibrado juego en el lanzamiento, desde la boya y una asfixiante defensa, no le dio ni una opción a España. Mallarach salvó el honor en el primer cuarto. Minguell y Español fueron los otros que marcaron antes del descanso.

Para entonces, Hungría llevaba ya siete tantos. Peor fue el tercer cuarto. Un parcial 1-5 dejó el marcador en un doloroso 4-12. A España, que había llegado a Londres con buenas expectativas, le pesó la polémica derrota ante Croacia en la primera fase, donde también perdió en la última jornada ante Italia.

En el cruce de cuartos evitó a Hungría, su rival hoy, pero se midió a Montenegro y perdió la oportunidad de luchar por las medallas. Hoy ha finalizado su participación en un intrascendente partido y mal regusto por no poder haberle brindado a su gran capitán, Iván Pérez, una despedida como merecía.

Al menos, el boya fue el autor del último tanto del partido a 1:43 para el final. Poco después Aguilar lo sustituyó. El banquillo español se puso en pie y todos los componentes le abrazaron. Al término del partido, en la piscina el equipo le rodeó en un círculo y recibió el aplauso de sus compañeros y de los aficionados de la piscina. Así es como puso punto y final a una dilatada carrera.