La propuesta supondría el adelanto al mes de julio de los exámenes de recuperación que se realizan en septiembre. Si la iniciativa se lleva a cabo, los exámenes de recuperación se podrían adelantar para el presente curso, al 23 de junio en el caso de Secundaria, Bachiller, FP y enseñanzas en régimen especial, y al 9 de julio en el caso de segundo de Bachillerato, ciclos formativos, enseñanzas profesionales y pruebas extraordinarias.
Si por fín la iniciativa se lleva adelante, el curso inicio del curso se adelantaría al 1 de septiembre, por lo que la consellería también debería adelantar la adjudicación de plazas de profesores para que en esa fecha todos los docentes estén en sus puestos de trabajo. Los sindicatos se oponen a la medida, los padres de alumnos también, los docentes se han pronunciado en contra porque verán reducido su periodo de vacaciones, pero la consellería pese a toda esta oposición, considera que la medida mejora el rendimiento académico. Si lo mejora o no, solo lo veremos cuándo la iniciativa se ponga en marcha, cuando sea difícil la cuenta atrás, cuando el experimento lo hayan sufrido o disfrutado miles de escolares. Y mientras los gobiernos sigan experimentando, parcheando, recortando, será muy difícil tener enseñanza de calidad.