Seguro que si miramos las cuentas de la empresa veremos que no es rentable y sigue adelante gracias a la solidaridad de los griegos. En una iniciativa como esta yo me pregunto; ¿qué beneficios importan? Está claro que el saldo tiene que ser positivo y lo está siendo porque en un país sumido en su sexto año de recesión, con escasez de todo, Vio.me lanza un mensaje de lucha, de ilusión y esperanza.
Grecia está rozando la zona de pánico donde el miedo te paraliza y ya no sabes como reaccionar, solo esperas que todo termine. Los 35 obreros que quedan hoy en la fábrica vencieron al pánico. “¿Qué quieres que hagamos, que nos sentemos esperando a que Dios nos de trabajo? Tenemos una fábrica, lucharemos y si al final no funciona lo habremos intentado porque no tenemos nada que perder”, afirma Dimitrios, encargado del mantenimiento de la fábrica.
Vio.me fue una de las empresas más importantes en Tesalónica, de aquí salieron los materiales para construir el aeropuerto de Dubai. En el ejercicio 2009 facturaron 2,7 millones de euros, un año después declararon suspensión de pagos. Esta correlación de hechos resume perfectamente cómo la crisis azotó el país. De un año para otro las grandes empresas desaparecieron empujadas por la crisis mundial, los años de derroche y la mala gestión política.
“Todos los trabajadores tienen que luchar por su puesto de trabajo, hay que tener mucho estómago y mucha fuerza para luchar hasta el final, que no hagan caso de los políticos porque ellos no les ayudarán, el pueblo será el que les ayude”, es el mensaje que manda Christos, otro de los trabajadores.
De momento la primera fábrica bajo control obrero en Grecia tiene dos meses asegurados de funcionamiento, en este tiempo tendrán que buscar nuevos clientes, ampliar el mercado y desarrollar nuevas líneas de productos. Todo esto suena muy técnico y muy profesional de cara a los futuros inversores, para los trabajadores son dos meses más para cumplir su sueño, poder vivir dignamente.