Los datos de la Encuesta de Población Activa, han reflejado para la provincia de Castellón un cambio en la tendencia de los últimos meses, tenemos 8.100 parados menos en Castellón, que no es para contratar una mascletá, pero si es para observar un cambio en las expectativas económicas y, sobretodo del mercado laboral. Las empresas castellonenses se muestran escépticas mientras no fluya el crédito, al que califican como la sangre que bombea la economía, a pesar de eso, los expertos nos han dicho esta semana que debemos aplicarnos un nuevo criterio en este periodo convulso de cambio, el de la “resiliencia” que nos hace crecer ante la adversidad y que sustenta sus cimientos más en los valores humanos y la inteligencia emocional que prácticamente en la escala económica de valores.
Este fin de semana finaliza el horario de verano y aunque en la climatología no se refleje, entraremos ya en el horario de invierno. Cumplimos con esta costumbre la Directiva Europea que rige el denominado Cambio de hora y que afecta a todos los Estados miembro de la Unión Europea. Dicen los estudiosos que el cambio horario tiene impactos positivos no sólo sobre el ahorro sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida.
La consellería de Industria, asegura que el ahorro en el consumo eléctrico es cercano al 1%, lo que equivale a 9,4 millones de euros. El problema es que si más de medio mundo no sigue estas políticas, por ejemplo China, Japón, India, Canadá, Australia y Estados Unidos, pocos beneficios le inyectamos al planeta.
Los ciudadanos de Castellón salieron el jueves a la calle, precisamente para protestar por otro cambio, el que pone en marcha la Ley Wert, la reforma educativa que no gusta a muchos colectivos…otros que también deberán adaptarse al cambio porque la realidad educativa que tuvimos en la última década ya es pasado.
