Viñedos de Álava, que tenía previsto etiquetar con el vino de la próxima campaña, no podrá hacerlo por que podría producir “perjuicios de difícil reparación” en la DOC Rioja en el caso de que, finalmente, no sea autorizada por las instancias europeas.
La protección otorgada por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco fue recurrida por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja alegando que la nueva Denominación Viñedos de Álava "causaría confusión en el consumidor y perjuicios irreversibles en la Denominación".
Los tribunales entienden que hay "un elevado riesgo de confusión para el consumidor"
Los tribunales vascos atienden así la solicitud cautelar que planteó el CRDOCa Rioja sobre la autorización que en octubre dio el Gobierno Vasco argumentando que Viñedos de Álava “pretende abarcar los mismos tipos de vinos, con las mismas características y procedentes de los mismos viñedos que los amparados por la DOCa Rioja incluso de parcelas colindantes”, lo que provocaría un “aprovechamiento indebido de la reputación de los vinos de la DOCa Rioja”.
La DOCa Rioja aportó un informe que concluye que "los perjuicios que ocasiona el reconocimiento de la nueva denominación, por muy transitorio que sea, es irreversible e irreparable, dado que no hay forma de retrotraer sus efectos en el tiempo ni de compensación en un futuro", pues la sentencia "llegará tarde, cuando la intervención pública anticompetitiva haya desplegado sus efectos negativos en el mercado y no haya forma de compensar el perjuicio al interés general".
Al entender del TSJPV, la nueva denominación causaría un "perjuicio reputacional y económico" a la DOCa Rioja, reconocida hace más de 97 años y que comprende 14.139 viticultores y 570 bodegas embotelladoras, que sería irreversible o, cuando menos, de muy difícil reparación, "sin que frente a tales perjuicios se erija un interés relevante que se oponga a la suspensión solicitada".
Gobierno Vasco: "Las diferencias son evidentes y sustanciales"
El Gobierno Vasco, por su parte, alegó que la comercialización de vinos con la nueva denominación de origen se circunscribía al territorio nacional con lo que los perjuicios eran relativos. Además, mantenía que "no existe competencia desleal con los vinos de Rioja, ni se crea confusión en los consumidores por la convivencia entre ambas denominaciones, ni existe la evocación o la apariencia de procedencia común, ni se produce un aprovechamiento indebido de la reputación de los vinos de la DOCa Rioja, pues son evidentes y sustanciales los elementos diferenciadores entre ambas figuras".
