Todo se mantiene en los mismos parámetros de jornadas anteriores, con un amplio operativo de rastreo al que se han ido incorporando unidades de las fuerzas de seguridad con todos los recursos técnicos de rastreo. Con el paso de los días, las labores han ido aumentando su radio de actuación hasta Navarra y Zaragoza, en estos entornos del Ebro, y se ha pasado, y repasado, una amplia zona de Logroño.
A las fuerzas de seguridad acompañan en la búsqueda una gran cantidad de voluntarios. Uno de los puntos de encuentro de cada jornada es la plaza de toros de Logroño, y no muy lejos de ella, en el parque de Santa Juliana, se encuentra la cafetería La Mina, que se ha convertido en el punto de apoyo clave para quienes participan en la búsqueda, y en donde se está prestando una gran ayuda logística al operativo de búsqueda para su descanso y reparación de fuerzas. Nacho, su propietario, nos comenta cómo comenzó esta colaboración.
Los voluntarios y los representantes de la familia de Javier son habituales de su establecimiento desde que comenzó la búsqueda. Según Nacho, siempre se ha mantenido la máxima esperanza.