Maru Hernáiz, mujer a la que muchos reconocerán por su nombre, otros por su rostro (cruzando metas y mostrando medallas) y otros por los titulares sobre las impecables marcas que atesora en el mundo del atletismo.
En 1975 se consagró como atleta y sigue corriendo, y sumando medallas, campeonatos del mundo y de Europa. Este mismo año ha sido subcampeona del mundo en 10K, ante un frío aterrador en Polonia, en Torum, y hace unas semanas recogía una nueva plata en Pescara, en Italia.
Para quienes la conocen, más allá de su capacidad físíca, Maru es un ejemplo de superación personal, constancia y compañerismo.