Eran las 9:40 horas de la mañana y Soraya Jorge aparecía, sana y salva, en su casa de la Calle Huesca de Logroño. Para entonces, los medios de comunicación y las redes sociales habían distribuido su fotografía por deseo de su familia, que no tenía noticias de ella desde la madrugada del domingo.
Afortunadamente todo ha acabado bien y, una vez en casa, la familia ha recuperado la tranquilidad después de horas de angustia.