PROYECTO PILOTO “BARNAHUS” EN EUSKADI

Uno de cada cinco menores vascos podría haber sufrido violencia sexual

A día de hoy, en Euskadi, podría haber entre dos mil y cuatro mil jóvenes de 18 años que han padecido violencia sexual. Una de cada dos denuncias registradas por violencia sexual es de menores y el 70% de los casos denunciados por abusos no llegan a los juzgados

Onda Cero Vitoria

Vitoria | 12.11.2021 11:41

Niño triste
Niño triste | Agencias

Es imprescindible dar un paso más para que los niños y adolescentes no vean vulnerado, de forma reiterada, su derecho a una seguridad y atención integral en los casos de violencia sexual. Los datos hablan por sí solos. Uno de cada 5 menores vascos puede haber sufrido violencia sexual lo que se traduce en que entre un 10 y un 20% de niños y adolescentes, entre dos mil y cuatro mil , han padecido en carnes propias esta lacra.

Según datos de los servicios forales de los tres territorios, en 2018 se registraron alrededor de 90 notificaciones de casos de violencia sexual contra menores y fueron condenadas 151 personas adultas por delitos sexuales contra menores de 16 años. Además, ese mismo año, la Ertzaintza y las policías locales registraron 276 delitos sexuales contra menores de 16 años. Añadir, además, que una de cada dos denuncias registradas por violencia sexual es de menores y el 70% de los casos reales no llegan a los juzgados

Los datos demuestran que siguen fallando cosas. Save The Children presentaba en una jornada celebrada en el museo Artium de Vitoria el estudio “Bajo en mismo techo” basado en el modelo de atención integral BARNAHUS que demuestra que actualmenteen Euskadi, hay un circuito de atención confuso y un proceso judicial que no garantiza el interés superior de los niños y niñas. En Euskadi, hay más de 600 puntos de entrada que pueden atender posibles casos de violencia sexual infantil, además, el niño o niña tiene que pasar por hasta ocho servicios diferentes que no están coordinados en espacios desconocidos para ellos, dificultando su recuperación y generando una victimización secundaria.

Eso no solo dificulta su recuperación, sino que además es perjudicial para el proceso judicial ya que no se cuida su testimonio y se genera un daño adicional al menor, generando una victimización secundaria. El resultado: 7 de cada 10 casos abiertos por abuso sexual infantil no llegan a juicio por falta de pruebas.

Es prioritario coordinar la actuación de todo estos equipos, profesionales, servicios y sistemas. El esfuerzo ha de implicarlos a todos ellos y ser constante. Las iniciativas parciales o inestables no serán eficaces. Hay que asegurar una respuesta coherente, ágil y adecuada del conjunto del sistema.

APUESTA DE EUSKADI POR BARNAHUS

La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, ha anunciado esta mañana que “Vitoria-Gasteiz es el municipio elegido para realizar el programa piloto de la gestión de una Barnahus o centro modelo de atención integral donde todos los departamentos que intervienen en un caso de abuso sexual a infancia o adolescencia-se coordinan y trabajan bajo el mismo techo para atender a la víctima. El proyecto piloto comenzará en 2022 y se prolongará durante dos años. La intención es que valorados los resultados tras esos dos años , Euskadi cuente con 5 centros, en Álava , dos en Bizkaia y otros dos en Gipuzkoa

La consejera vasca de Justicia y políticas sociales, ha asegurado que su equipo ya está visitando diferentes inmuebles para ubicar el servicio. Y es que para definir la ubicación utilizamos los estándares de calidad del modelo Barnahus que fija la Red Promise tiene que reunir una serie de requisitos: estar en una zona residencial, alejada de comisarias, juzgados...; accesible en transporte público y también accesible para personas con discapacidades y/o necesidades especiales. Una vez seleccionado se procederá a su adecuación teniendo en cuenta los estándares de calidad que marca esa red. Al mismo tiempo, ya se han dado los primeros pasos con la constitución de un grupo técnico de trabajo interinstitucional e interdepartamental en materia de abusos sexuales con los diferentes sistemas que intervienes en estos casos: Justicia, Seguridad, Salud, Servicios Sociales, Educación… Además, para el apoyo técnico se dispone de la colaboración de Save the Children. Este grupo de trabajo tendrá su primera reunión en diciembre y, entre sus objetivos estarán adaptar el modelo a la realidad competencial de Euskadi y otro, elaborar protocolos de actuación entre los diferentes sistemas que actúan.

VENTAJAS DEL MODELO BARNAHUS

En Barnahus, la víctima compartirá su historia con menos personas y tendrá acceso inmediato a una atención especializada. El camino a recorrer se iniciará en el profesorado, que avisará a dirección y esta recurrirá a Barnahus y recomendará a la familia acudir a él”, ha proseguido. Una vez en el programa, la víctima será atendida por el equipo profesional especializado en victimización infantil, que incluye equipos de psicología, medicina y policiales, entre otros. Al mismo tiempo, la familia también recibirá apoyo profesional a lo largo de todo el proceso, además de la información detallada al momento. En una sala de entrevistas adaptada a su edad, la víctima será entrevistada por el Equipo Psicosocial Judicial. A través de un espejo unidireccional, jueces, fiscales, las personas investigadas y sus defensas asistirán a la entrevista, que será grabada como prueba preconstituida. Esta será posteriormente reproducirá delante del tribunal como evidencia. Y, si el Tribunal lo decide, la víctima no tendrá que asistir a la vista judicial. Ha quedado demostrado que con este modelo que nació en Islandia, se atiende integralmente antes al menor, sin tener que someterle a un proceso doloroso que, en la actualidad, se prolonga durante al menos 3 años. Además, se registran más detenciones de agresores.