El PP acudirá a la reunión convocada por Democracia Ourensana ante la "insostenible situación de desgobierno de la ciudad de Ourense" pero defendiendo su propuesta de un gobierno de concentración. Así lo manifestó ayer el portavoz popular, Rosendo Fernández, que, además, considera que la invitación se debe hacer extensible a todos los grupos que forman parte de la corporación local, incluido el socialista, que, aunque "dividido" y en proceso de "enfrentamiento" con cinco ediles críticos con el alcalde, gobierna en minoría el Concello.
Además, Rosendo Fernández advierte que la única propuesta no es la moción de censura, como plantea Democracia Ourensana, ya que considera que el alcalde, si tuviese "un mínimo de decencia", se marcharía, con lo que se abriría un nuevo escenario para poder sacar a la tercera ciudad de Galicia de la situación de "caos" en la que se encuentra actualmente el Concello.
En el escrito que ayer entregó tanto al PP, al BNG y al PSOE, los dos puntos de referencia se centran en poder alcanzar un acuerdo para cambiar el actual gobierno municipal, consensuando un candidato para poder iniciar los trámites pertinentes para la presentación de una moción de censura, que se firmaría ante notario o ante el secretario del Concello, y que podía ser, de alcanzarse un acuerdo, en esa misma semana.
Y aunque los nacionalistas cerraron ayer la puerta a cualquier tipo de acuerdo con los populares, Fernández apeló a la "responsabilidad", después de acusarlo de se "cómplices" de la situación en que se encuentra el Concello, apoyando a Agustín Fernández, al que luego "reprobaron", lo que supone una "clara incoherencia por su parte", y de la que dicen "tomarán buena nota los ciudadanos" que en estos momentos lo que reclaman una solución a la "parálisis" y "situación de emergencia municipal".
Y mientras los dos grupos de la oposición, DO y PP daban un paso hacia adelante, para acabar con la "ingobernabilidad" en la que aseguran se instaló el Concello, el alcalde, Agustín Fernández, se manifestaba en una dirección contraria, y apelando a una "normalidad" que no se ajusta a la realidad, les reclama que presenten "propuestas productivas en vez de instalarse en el terrorismo político", así como en lo que considera "carrera armamentista del disparate".
Ajeno a las denuncias sobre las presuntas irregularidades con la urbanización de la calle donde tiene su vivienda, el alcalde optó por reclamar de los grupos de la oposición, en concreto de PP y DO, la "cordura y el trabajo serio", además de dejar claro que el Gobierno municipal "no participará en ninguna reunión" de esas característica, como la que plantearon los populares, que sobre está cuestión dudan que todos los miembros "piensen lo mismo".
Agustín Fernández, en su línea crítica, también reclamó al grupo del Partido Popular que "gaste sus energías en trabajar", en este caso con la Xunta para "desbloquear" todos los proyectos "paralizados" en Ourense, así como "acabar con la bronca permanente", sin hacer alusión alguna a la situación del gobierno que preside.