La compañía De La Luna Teatro representa este viernes 19 de enero la obra 'Anasté. La hecatombe de Tarteso', en el Teatro López de Ayala de Badajoz a partir de las 21,00 horas en torno a la civilización de los tartesos o los yacimientos de Casas del Turuñuelo y Cancho Roan.
La obra, con texto y dirección de Marino González Montero y que cuenta con las interpretaciones de las actrices Áurea Mancha y Ana García y la música original de Claudio Gutiérrez, es una tragedia histórica que busca descifrar, a través de la poesía, los entresijos del pensamiento de esta civilización.
La directora del López de Ayala de Badajoz, Paloma Morcillo, y el autor y director de la obra Marino González, han dado a conocer la representación en Badajoz y la publicación de De La Luna Libros de esta tragedia, en la que corren los inicios del siglo V a.C. en una aldea del suroeste peninsular, a orillas del río conocido hoy como Guadiana, y varios centenares de hombres y mujeres se apresuran a quemar, rellenar con todos los utensilios que tienen a mano y sellar con cal y arena los edificios que han venido utilizando durante varios siglos como lugar sagrado de oración y culto.
En los meses previos, han ido sacrificando y enterrando en el mismo lugar todos los caballos de los que disponían hasta superar la cincuentena para calmar -siquiera en parte- la ira de los dioses que viene azotándoles durante dos años en forma de devastadoras riadas y mortíferas pandemias.
Allí se encuentra Anasté, joven inquieta, amante del conocimiento, ansiosa por comprender el mundo en el que vive, y por otro lado Nortia, una diosa que se convierte en una especie de trasunto o alter ego de la propia Anasté. No lo saben, pero los responsables de esta hecatombe están asistiendo en persona a los coletazos y desaparición de una civilización, la de los tartesos.
Así lo ha avanzado Marino González, quien ha explicado que, tras su estreno en Mérida, llega a Badajoz esta obra en la que ha optado de nuevo por el uso del verso, así como la música, la división en cinco actos o la danza, y que se trata de un proyecto en el que ha estado inmerso algo más de año y medio, de los cuales unos 14 meses han sido de estudio en torno a los tartesos y el descubrimiento de asentamientos de los mismos en Extremadura, con el de Cancho Roano, en Zalamea de la Serena, como uno de los más importantes.
A medida que han ido apareciendo yacimientos, ha continuado, se han ido descubriendo más datos sobre los tartesos, ante lo que ha detallado que el "detonante" se produce hace un año y medio aproximadamente cuando lee una noticia referida a que en el yacimiento de las Casas del Turuñuelo, de Guareña, se ha encontrado una hecatombe o enterramiento de caballos no conocido hasta ahora en el mundo de la arqueología y que se cree que "son ofrendas que se hacen al más allá".
Igualmente y cuando llevaba unos días escribiendo la obra y todavía no le había puesto nombre a la protagonista "aparecen las caras": "es el otro descubrimiento, que ya hecha todo por tierra, todo lo estudiado hasta ahora y todo lo publicado se tira por tierra y no sirve, porque ya estamos hablando de palabras mayores con mayúsculas. Esto es una civilización".
González, que ha estado documentándose "al máximo" y ha consultado el texto con los dos arqueólogos responsables de la excavación del Turuñuelo, quienes le han dicho que estaban "absolutamente encantados" y que no había que hacer ninguna apreciación, ha precisado que han hecho una representación del habitáculo donde echaron los caballos, que está bajo tierra y presenta una escalinata que "llama muchísimo la atención".
De la obra, ha incidido en que ahonda en el día en el que se va a cerrar el "último hueco" de dicho espacio y cómo Anasté se mete sin ser vista "en una especie de sacrificio", en el que pone en duda las creencias en los dioses, cree que no son los responsables de las tormentas o crecidas de los ríos, e intenta hacer un sacrificio con ella misma para demostrar si existe la vida eterna o el infierno. Nortia será su contrarréplica, una diosa que se le aparece y se muestra como "la voz del espectador entre comillas" al decirle que es contradictoria y cómo no cree en los dioses, pero sí en el infierno.