RENUNCIA PIZARRO

El hasta ahora concejal de Juventud de Badajoz espera que los ciudadanos le perdonen "por el error cometido"

Una dimisión que llega después de que fuese interceptado la noche del viernes 20 en un control de alcoholemia de la Policía Local, dando el posterior resultado positivo, siendo propuesto para sanción administrativa y pérdida de puntos.

Europa Press

Badajoz | 30.01.2023 19:16

El hasta ahora concejal de Juventud de Badajoz espera que los ciudadanos le perdonen "por el error cometido"
El hasta ahora concejal de Juventud de Badajoz espera que los ciudadanos le perdonen "por el error cometido" | Archivo

El hasta ahora concejal de Juventud e Infancia, Transporte Público y Sanidad del Ayuntamiento de Badajoz, Francisco Javier Pizarro, ha trasladado a los ciudadanos de la capital pacense que espera que le perdonen "por el error cometido" y que entiendan que la postura posterior tomada, como presentar su dimisión, la lleva a cabo por cumplir "fielmente" uno de sus principios personales, ser leal con él mismo.

"Siempre dije que los principios personales los antepongo a los políticos, y si un político da mal ejemplo tiene que pedir perdón y dar un paso al lado", ha señalado en la carta de dimisión, que ha leído en uno de los últimos puntos del orden del día del pleno ordinario celebrado este lunes, día 30, tras su positivo en alcoholemia.

Cabe recordar que Pizarro registró el pasado lunes, día 23, el escrito de dimisión y entrega de su acta como concejal, que este lunes ha pasado por pleno. Una dimisión que llega después de que fuese interceptado la noche del viernes 20 en un control de alcoholemia de la Policía Local, dando el posterior resultado positivo, siendo propuesto para sanción administrativa y pérdida de puntos.

"Mis errores los asumo yo e intento que no afecten a nadie más, ni a los míos, ni a nadie más. Así en aras de un ejercicio de responsabilidad personal e institucional, sean mis últimas palabras como concejal para dirigirme a la corporación de este ayuntamiento", ha remachado Francisco Javier Pizarro, quien ha admitido que cometió "un error" que no podrá perdonarse en su vida, algo de lo que está "totalmente arrepentido", pero que "no deja de ser un error" que no puede "pasar por alto". "Y yo no lo voy a pasar por alto", ha reafirmado.

En este sentido, en la lectura de su carta de dimisión ha apuntillado que "siempre" ha defendido que un político tiene que actuar de manera "ejemplarizante", y debe ser un reflejo de la sociedad por la que trabaja, "y este no lo ha sido"; así como que desde ese mismo momento tuvo "claras las consecuencias de tan mala actuación", y las asume "en primera persona" y "sin necesidad" de que nadie le "tenga que marcar el camino". "Yo lo tenía muy claro", ha agregado.

También ha ahondado en que, quienes más le conocen, "siempre" le escucharon que antepone sus principios personales a los políticos y que ha de ser "fiel y leal" a sí mismo, junto con que "siempre" fue "muy duro" con los políticos y con la imagen que dan a la sociedad, a sus vecinos, de manera tal que si él ponía "el listón muy alto para los demás", una vez que la vida le "pone a prueba" no podía defraudarse, y no se lo hubiese perdonado "nunca".

Pizarro ha reconocido que Badajoz es su pasión, y poder trabajar por su ciudad y sus vecinos su "ilusión", así como que no ha habido una dedicación personal, "ni la habrá", en la que haya disfrutado ni disfrute más en la vida; pero que esto no puede ser una "excusa" tras la que esconderse ni arrugarse.

Al mismo tiempo, se ha mostrado "tremendamente orgulloso" del trabajo que ha sacado adelante, porque sabe que ha dado lo mejor de sí, con la mayor de sus ilusiones, y ofreciendo hasta su "último esfuerzo" con tal de que su ciudad siguiese siendo lo que es hoy en día, "la referencia del suroeste europeo".

"Con la mayor de mis metas", ha continuado, "el pasado lunes presenté mi dimisión irrevocable, y hoy entrego mi acta de concejal del excelentísimo Ayuntamiento de Badajoz, permítanme estas líneas para que sirvan como despedida para todas aquellas personas que he conocido durante las dos etapas como concejal, en especial al alcalde Francisco Javier Fragoso quien me dio doblemente la oportunidad de cumplir quizás mi mayor sueño laboral, el cual es servir a mi ciudad".

Seguidamente, se ha referido tanto a los trabajadores del ayuntamiento, como a los compañeros de gobierno y a los de la oposición, además de a los profesionales de los medios de comunicación; a las asociaciones, colectivos y demás entidades que ayudan a construir ciudad y a su familia y amigos que en estos días "tan duros" para él mismo han sido su principal apoyo, y sabe que lo seguirán siendo.

También ha querido despedirse pidiendo perdón a aquellos a los que ha fallado o molestado en algún momento, tras lo que ha incidido en que no es "mala" persona y ni tiene "malas intenciones"; y que espera que entiendan que las medidas tomadas "siempre" las llevó a cabo desde el convencimiento de que era lo mejor para su ciudad y para sus vecinos.

Finalmente, Francisco Javier Pizarro ha señalado que algunas líneas han cambiado desde que registró la carta el pasado lunes, que han pasado o se han dicho cosas, pero que no cambia su forma de pensar: "Sigo siendo fiel a mí mismo. Quienes hayan intentado hacer daño que no se preocupen, no me molesta, pueden seguir haciéndolo, nadie podrá castigarme más de lo que yo me estoy castigando".

Por último, ha admitido que tiene la conciencia "muy tranquila", ya que habiendo cometido un "error" cree haber reaccionado "como la sociedad pero sobre todo como yo exigimos". "Siempre seguiré estando a disposición de mi ciudad, desde la posición que sea, siempre seguiré siendo Javi Pizarro. Muchas gracias", ha concluido.

A continuación, ha intervenido el alcalde de la ciudad, Ignacio Gragera, quien ha dado las gracias a Pizarro por el trato, por cómo se ha comportado en estos meses, por su dedicación y por su "sacrificio". "Un fortísimo abrazo y nos seguimos viendo seguro", ha agregado Gragera en este punto tras el que Francisco Javier Pizarro ha abandonado el salón de plenos.