modificación del PGOU

València reduce la reserva de aparcamientos en las zonas terciarias de los nuevos PAI

La medida pretende desincentivar el uso del coche privado, en favor de la movilidad en bicicleta o patinete

Nacho Reig

València | 23.05.2022 13:37

Coches aparcados en el entorno del Mercado de Russafa
Coches aparcados en el entorno del Mercado de Russafa | Ayuntamiento de València

El Ayuntamiento de València va a reducir la reserva obligatoria de plazas de aparcamiento en la vía pública que se exige actualmente en suelo terciario a los promotores de los planes de actuaciones urbanísticas (PAI). El gobierno local quiere de esta manera fomentar los modos de movilidad sostenibles -bicicleta, patinete o transporte púbico- como alternativa al uso del coche privado.

Con este propósito la comisión municipal de urbanismo ha aprobado este lunes una modificación puntual de las normas urbanísticas vigentes en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad. De esta manera, los terrenos terciarios dejarán de tener que reservar al menos una plaza de aparcamiento en la vía pública por cada cien metros cuadrados de superficie que ocupen, como ocurre actualmente. Sin embargo, sí se les obligará a disponer de plazas para aparcar bicis o patinetes.

En usos industriales o de almacén, se establece un mínimo de plazas para turismos según el tamaño de los locales, y se exige el mismo número de aparcamientos para bicicletas que para turismos.

En el caso de hoteles u oficinas y usos recreativos, no se exigirá una reserva mínima de plazas para turismos. Sólo deberán tener un mínimo de plazas para bicicletas o patinetes, en función del número de habitaciones, o de metros cuadrados en el caso de oficinas y usos recreativos.

Excepciones en suelo residencial

En cuanto a los terrenos calificados como residenciales, se mantiene en los nuevos edificios de viviendas la reservar a bicis y patinetes de la misma superficie de aparcamiento que los coches. No obstante la concejala de urbanismo, Sandra Gómez, ha explicado que en algunos casos se podrá reducir esta dotación mínima de plazas de aparcamiento de turismos, o incluso eliminarla, si técnica o funcionalmente resulta inviable construir el aparcamiento. Según Gómez, con esta excepción se facilita la rehabilitación y renovación de edificios existentes en los que no podía ser viable la construcción obligatoria de aparcamientos, como es el caso de Ciutat Vella: