Onda Deportiva Valencia

Hoy con Léleman venía pensando en... que no soporto que se hable mal de la afición del Valencia

Editorial en Onda Deportiva Valencia 25/08/2022

Eduardo Esteve

Valencia | 25.08.2022 15:36

Hoy con Leleman venía pensando en… que no soporto que se hable mal de la afición del Valencia. No lo llevo bien.

Si lo digo por un supuesto influencer de estos que hablan en twitch y que ha dicho que la afición del Valencia es la peor, la más tóxica y no sé cuantas más tonterías. Y lo malo no es que lo diga él, que me da igual, lo malo es que ese discurso ya lo he escuchado en un sinfín de ocasiones. Y es mentira.

Que Mestalla es exigente… lo es. Porque si no lo fuera, el Valencia no habría ganado seis ligas, ocho Copas del Rey y otros tantos títulos europeos. Fruto de esa exigencia han llegado los éxitos. Entiendo que alguno quisiera que fuera una afición conformista para ganar siempre ellos, pero lo siento, Mestalla exige porque quiere ganar.

Luego está la cantinela esa de a ver cuando le gritan “Gattuso vete ya”… Gattuso o el entrenador del momento. Y para apoyarla mienten diciendo que, por ejemplo, se pitó a Rafa Benítez pese a ganar dos títulos de Liga. Eso es falso y él ya se ha encargado de repetirlo en muchas ocasiones. Pero claro… repite una mentira mil veces y acabará convirtiéndose en verdad.

No diré que es la mejor afición del mundo porque posiblemente no lo sea. Pero Mestalla es leal y agradecido con quien se lo merece. Son muchos los futbolistas, incluso algunos convertidos en leyendas, que no olvidan su paso por el Valencia gracias al cariño y trato que han recibido. Ellos mejor que nadie saben lo que es jugar en ese escenario centenario ante sus propios aficionados.

Mucho ha aguantado Mestalla estos últimos años. Con un presidente como Murthy y una gestión como la de Peter Lim. Porque esta afición también sabe sufrir pero sobre todo sabe devolver el cariño a quien pelea por su escudo y se deja el alma por él. Y eso… eso la convierte… en una de las mejores aficiones del mundo. Lo demás, mentiras y tonterías.