Hoy con Leleman venía pensando en… el partido ante el Sevilla.
Le preguntaban ayer a Gattuso sobre la diferencia entre las dos plantillas. El italiano se remontaba a la historia del Sevilla de estos últimos años en los que ha estado arriba peleando por jugar la Champions, algo que debería haber estado haciendo el Valencia pero que no ha hecho. Y es que no hace mucho, los valencianistas estaban muy por encima del Sevilla.
Y no hablo de 2004 aunque reconozco que cada vez que el Valencia visita el Pizjuán me entra cierto aire nostálgico. En ese estadio he vivido no solo uno de los mejores momentos de mi carrera profesional sino también en lo personal. Pitar el colegiado el final de aquel encuentro, saltar al césped y ver a tu equipo celebrando todo un título de liga, no tiene precio. Hoy casi 20 años después y con la perspectiva que te da el tiempo, eres aún más consciente de la hazaña.
Pero no, no hablo de 2004 que queda muy atrás. Hablo de 2019. Hace solo tres años. En aquel entonces el Valencia era el que jugaba la Champions y estaba muy por encima del Sevilla. Pero se paró el reloj. Mientras los sevillistas iban creciendo, los valencianistas íbamos cayendo al pozo comandados por el ínclito Murthy. Cuánto tiempo perdido!
¿Y hoy? Hoy el Valencia, con una plantilla muy joven, pelea por recuperar un estilo, una idea de fútbol que le caracterice mientras el Sevilla cerraba el ciclo de Lopetegui. ¿Tienen mejor plantilla? ¿Qué es tener mejor plantilla? ¿Tenía acaso aquel Valencia de 2004 mejor plantilla que el Real Madrid de los Ronaldo, Zidane, Beckham y compañía? Porque tener mejor plantilla no es tener nombres bonitos, es tener equipo. Y en eso está Gattuso, en hacer del Valencia un equipo. Así que fuera cualquier complejo de inferioridad y… a asaltar el Pizjuán.