Hoy venia pensando en… si tenemos o no que estar preocupados. Y sí, tenemos que estar más que preocupados.
Seis partidos sin ganar, desde el pasado 8 de noviembre, en liga, son muchos partidos. Demasiados. Más de mes y medio. Eso te lleva a estar a un punto del descenso y a sufrir verdadero vértigo cada vez que miras la clasificación. Ya no se trata de mirar hacia arriba sino hacia abajo. Y sí, es para estar preocupado.
Que la baja de un chaval de 22 años que lleva cuatro ratos en primera división te haga modificar todo tu sistema para enfrentarte al Sevilla da muestras de que no hay fondo de armario. Hay un equipo titular y poco más. Y cada baja de uno de esos futbolistas se convierte en un verdadero quebradero de cabeza para el entrenador. Y sí, es para estar preocupado.
Que Lim tenga fijada su mirada en las ventas y no las compras para reforzar al equipo en este mercado invernal es otro obstáculo añadido. Y si se hiciera, lo de reforzar el equipo, la premisa de cesiones sin obligación de compra o jugadores libres es otro hándicap. Lo que realmente necesita el equipo son futbolistas que pudieran venir para ser desde ya titulares en el Valencia. Y bajo esas condiciones va a ser muy difícil encontrar lo que se necesita. Y sí, es para estar preocupado.
El proyecto económico de Lim para el Valencia es ya un fracaso. Y el deportivo lleva camino de serlo. Debe saber el máximo accionista que uno y otro van ligados. Si lo deportivo falla, lo económico también. La supervivencia económica no es posible sin la deportiva. Y sí, es para estar preocupado. Y mucho…
