Hoy con Leleman venía pensando en… las notas de fin de curso, parte dos. Que hoy tocan las del Levante UD.
En líneas generales para mi es un aprobado alto. No todos los años se consigue llegar a unas semifinales de Copa, estar a un paso tan pequeño como un gol en la prórroga de disputar una final y certificar la salvación mucho antes del final de temporada y evitar los agobios de final de campeonato.
Entiendo a aquellos aficionados que se han quedado con el mal sabor de boca de un final en el que parecía que el equipo había desconectado por completo. Desde el palo de la eliminación en semis hay que reconocer que el equipo fue otro. Los hay que culpan a la mentalidad de los dirigentes, los hay que señalan a Paco López y otros muchos a los jugadores. Yo, repartiría culpas.
Es cierto que desde el club hay cierta mentalidad autocomplacista y no se atreven a dar ese salto y exigir algo más que la permanencia. Y es cierto también que la gestión de Paco López con el vestuario desconectó a futbolistas importantes una vez conseguido el objetivo. Ni tan siquiera el aliciente de quedar por delante del Valencia, de dar el sorpaso fue suficiente para reconectar al equipo. Muchos pensarán que era el momento propicio para pelar por estar en puestos europeos. Y llevarán razón.
Pero mirando el presupuesto y el objetivo inicial hay que darle también el mérito merecido, no podemos ser tan negativos. Eso sí, para la temporada que viene los levantinistas esperan ese salto una vez consolidado el proyecto en primera división. Y me parece lógico…
