Hoy con Leleman venía pensando en… la explosión de sentimiento del sábado. De ese sentimiento valencianista que Lim no alcanza a entender y que jamás tendrá.
Porque algo sí ha conseguido el dueño: unir a todo el valencianismo. Algo tan difícil de conseguir casi como ganar una champions. El sábado fueron más de 5.000 valencianistas los que salieron a la calle a expresarse, a mostrar su enfado y malestar con la manera de proceder del máximo accionista. Como dice Carlos Ruiz Zafon “loco es el que se cree cuerdo, cree que los necios no son de su condición”. Porque sus declaraciones previas a la manifestación son de eso: de necio.
Necio por menospreciar a una afición que es el activo más valioso y poderoso de un club de fútbol. Sin ellos, sin vosotros, el fútbol no existiría ni sería ese negocio en el que desembarcó según él para “hacer relaciones personales y profesionales”. Un equipo de fútbol sin masa social queda reducido a un grupo de amiguetes que juegan para pasar el rato. Y no entender eso es de ser un auténtico necio.
Necio y prepotente. Debe saber Lim que por mucho dinero que tengas, por muchos aduladores alrededor que tengas, por muchas acciones del Valencia que tengas, lo que no se puede comprar jamás es el sentimiento, la voluntad y el cariño de los valencianistas. Esta afición ha demostrado ser fiel y leal con quien lo merece. Y Lim nunca ha sido merecedor de tal distinción. Por eso no se le quiere y se le repite una y otra vez que se marche del Valencia, ese que ha convertido en un equipo mediocre, al que ha secuestrado y lo ha alejado de todos vosotros.
Hay quien dice que lo del sábado no vale para nada. Si, si vale. Y mucho. La fuerza del lobo está en la manada. Esa manada unida por un sentimiento común que se transmite de generación en generación y que ni el propio Lim podrá apagar jamás por mucho que se empeñe. Porque al dueño solo le doy las gracias por una cosa: gracias por unirnos a todos. Porque juntos… somos más fuertes…