La historia se escribe con nombre de Mujer

Pilar Jimenez, la "minusválida" que demostró la valía de las personas con discapacidad

Antes de ella, asociaciones como Asmibe (Asociación de Minusválidos de Benidorm) las lideraban familiares. Ella, con su discapacidad, tomó las riendas. Tras años de presidenta, se desarrolló profesionalmente como trabajadora social en Altea, La Nucía y Madrid.

Raquel López

Benidorm | 12.03.2024 15:26

La definían como una mujer que no se fiaba ni de su sombra, directa, quizás demasiado directa, a veces cortante, y con mal genio si creía que alguien intentaba engañar a otra persona, o a ella misma. Pero si tenías un problema, se desvivía por resolverlo. Hablo de Pilar Jimenez, la minusválida que nos demostró la valía de las personas con discapacidad y que presidió, durante años, Asmibe (Asociación de Minusválidos de Benidorm).

Su llamativa discapacidad física no le impidió involucrarse en toda causa justa ni en crecer y hacer crecer a los demás por esa vocación. Dirigió Asmibe, pero también se involucró en Anémona, la asociación de mujeres de Cáncer de Mama, y en Afa, la de Alzheimer, y en otras muchas causas anónimas. Su ayuda a todas las personas que se cruzaron en su vida, es el legado que ha dejado a su familia, como recuerda su hermana Irene.

Hija de un matrimonio de clase trabajadora de Benidorm, su discapacidad no le impidió sacarse una diplomatura en Trabajo Social, tarea que empezó a desarrollar, con un contrato de prácticas, en el Ayuntamiento de Benidorm. Fue allí, según me contó, cuando conoció a algunas de las personas que crearon Asmibe en un pequeño local de la plaza de toros, con voluntarios. En el 93, la asociación constituyó oficialmente su primera Junta Directiva, con padres de niños con discapacidad. Ella se volcó con la entidad, y como hoy mismo me recordaba la periodista Rosario Pagés, para 1999 ya presidía la entidad.

También trabajaba como trabajadora social en ella y bajo su mando Asmibe creció. Estableció nuevos servicios, como el orientación laboral, y amplió el número de convenios con Administraciones para poder mejorar sus servicios con más presupuesto; y con entidades como Hosbec, que aceptó la integración laboral de personas con discapacidad física, psíquica o sensorial en el sector hotelero. También con ella el Cdt de Benidorm ofreció su primer curso de camarero para discapacitados

Hasta que llegó 2011, la crisis y el retraso en el pago de las ayudas públicas puso en peligro la continuidad de la entidad. Se saldó con cuatro trabajadores despedidos y su propia baja, como trabajadora y como presidenta. La entidad resurgió después cuando cobró lo que Administración y Ayuntamientos le debían y se quitó los costes del Personal y del alquiler, trasladándose a uno municipal.

Pero ella, también se renovó. Estuvo de manera temporal como trabajadora social en el ayuntamiento de Altea, en el de La Nucía, y al fin, se sacó una oposición. En 2018 consiguió su plaza de trabajadora social dentro del Sistema de Salud de Madrid.

Lejos de su Benidorm, en el trabajo que siempre quiso, le pilló la pandemia. En aquel momento escribió:

En mis momentos de decaimiento, he mirado hacia atrás y reflexionado sobre el logro que he conseguido. Poco a poco todo ha ido ocupando su lugar …

A nivel profesional, hago lo que me gusta y no hay mayor tesoro que trabajar y sentirse realizado.

estoy rodeada de buenos compañeros y grandes profesionales. Siempre cultivaremos nuestra amistad. El tiempo pasa volando.

Permitidme que este año tenga un recuerdo especial para la persona que me educó en valores y al que tengo tantísimo q agradecer. Papá , sé que estás orgulloso de mi y seguirás velando por nosotras desde el cielo.A pesar de la distancia, y en estas circunstancias que me ha tocado vivir con la pandemia, os tengo cerca en todo momento.

Tras la pandemia fue reconocida con el primer premio de la décima Edición de Premios MAFID del hospital universitario Infanta Cristina por su propuesta formativa sobre habilidades de comunicación con personas con diversidad funcional en el ámbito sanitario.

Su gran alegría, sin embargo, era que al fin le habían aprobado el traslado para volver a su Benidorm. Pero no llegó. El pasado diciembre nos dejó inesperadamente

Falleció el pasado diciembre, con apenas 52 años y habiendo dejado huella allí por donde pasó.