Así lo ha anunciado hoy el president de la Generalitat, Ximo Puig, quien ha explicado que se destinarán 100 millones de euros, financiados a partes iguales por la Generalitat, los ayuntamientos y las diputaciones provinciales, para esta medida, que beneficiará a medio millón de familias valencianas.
Gracias a este proyecto, antes de que finalice este trimestre y en la fecha que se determine, las familias tendrán que presentar en sus ayuntamientos la factura de la compra de los libros de texto y recibirán hasta cien euros, mientras que quienes en junio devuelvan al centro escolar los libros en buen estado de conservación recibirán hasta cien euros más.
Los libros que se devuelvan a final de curso pasarán a formar parte de un banco de libros, que gestionará la comunidad educativa de cada centro, de manera que para el curso que viene las familias que hayan hecho un buen uso de los manuales recibirán otros de forma gratuita, sin tener que hacer una nueva compra.
Esta medida se aplicará, con independencia del nivel de renta de las familias, en los niveles de la enseñanza obligatoria, es decir, Primaria y ESO; se mantendrá toda la legislatura, y se buscará que se puedan mantener los mismos libros de texto "al menos cuatro años", según ha explicado el conseller de Educación, Vicent Marzà.
Puig ha defendido que esta iniciativa pretende que todos los valencianos puedan acceder de forma gratuita a los libros de texto y forma parte del "giro social" del nuevo Consell, y ha resaltado que no implica un incremento del gasto, ya que lo que se ha hecho ha sido "reorientar" el presupuesto existente en Educación y Hacienda.
El president ha reivindicado que "la gran prioridad" del Gobierno valenciano es la educación, y por ello esta iniciativa "no es un gasto", sino "una inversión", y ha apelado a la colaboración de los ayuntamientos y las Diputaciones en este "proyecto educador", que no consiste "solo en dar 200 euros a las familias".
"Lo primero son sin duda las personas", ha defendido Puig, quien ha lamentado que las familias valencianas hayan tenido que soportar en los últimos años el "sobrecoste" en la educación por los libros de texto, y ha explicado que con esta medida quieren hacer efectivo el "derecho a tener libros de texto gratuitos".
Marzà ha calificado de "potente y contundente" esta iniciativa; ha precisado que las familias que no entreguen los libros en buen estado no podrán recibir ejemplares el próximo curso, y ha explicado que creará una comisión de seguimiento para "afinar" las cuestiones puntuales que puedan surgir.
El conseller ha anunciado también que se reunirá con las editoriales y los libreros valencianos para plantearles alternativas, entre las que ha citado un plan de fomento de la lectura con criterios pedagógicos .
La presidenta de la Confederación de AMPAs Gonzalo Anaya, Eva Grimaltos, ha señalado en la misma comparecencia ante los medios de comunicación en el Palau de la Generalitat que se trata de una acción "muy profunda, no es un parche", gracias a la cual familias que deben los libros desde hace tres cursos no tendrán "vergüenza" este de ir a por ellos.