Día de tregua hoy mientras el sector azulejero analiza cómo se adapta a las nuevas exigencias del gobierno, que pretende cerrar todas las actividades esenciales.
El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha pedido al presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, que se aplique una "flexibilidad exigente" en la paralización de las actividades no esenciales que "tenga en cuenta la diversidad productiva", y ha exigido asimismo adelantos del Fondo de Liquidez Autonómico extraordinario y de la liquidación del modelo de financiación por 2.200 millones de euros para poder hacer frente a los gastos generados por la pandemia del coronavirus.
Ha explicado que "en toda la cadena hay suministros necesarios que se deben continuar produciendo" para atender a las actividades esenciales y ha recalcado que hay industrias, como la cerámica, "que no pueden parar de un día para otro con tan solo apretar un botón".
Puig ha señalado que evaluará los sectores afectados y se potenciará el teléfono que se ha habilitado para resolver las dudas de qué empresas pueden seguir abiertas. No obstante, ha insistido en que el decreto, es de aplicación nacional y que la Generalitat "solo puede ayudar a implementarlo".
Además, Pide que la UE reaccione aprobando un Plan Marshall que contemple una 'inversión potente' con la que poder afrontar la reconstrucción tras la crisis sanitaria, económica y social a la que aboca la pandemia.
Mientras, los empresarios reaccionan ante la medida. La CEV pide ayudas inmediatas para sobrevivir al parón, Ascer asegura que hay sectores dentro de la cerámica que no pueden parar y pide que siga activo parte del trabajo para hacer frente a obligaciones económicas. Así pues, la medida en el BOE se publicó a medianoche y todavía están por ver las reacciones de todas las empresas del sector.