La idea del club que preside Fernando Roig es la de solicitar a la Federación Española de Fútbol autorización para jugar a domicilio el mayor número posible de partidos durante la primera vuelta del campeonato 22-23 y si no puede disputarlos todos fuera de casa, jugar como local en Valencia, una ciudad situada a cincuenta kilómetros de Villarreal, el resto de los encuentros.
Se da la circunstancia de que hace dos años, mientras el estadio del equipo valenciano estaba en obras, los partidos que el Levante no pudo disputar en su campo, los jugó en el estadio del Villarreal.
Uno de los motivos por los que el Villarreal ha decidido acometer las obras en este periodo es el parón de la competición en el mes de noviembre por la disputa del Mundial de Catar, lo que reduce el número de partidos a disputar en la segunda mitad de este año.
El proyecto de remodelación incluye el cierre de la esquina de preferencia y del fondo sur, la cobertura completa de la grada de preferencia, la mejora de accesos y la modernización de instalaciones, obras incluidas dentro del proyecto de la Liga con el fondo inversor CVC.