El ex líder del PP en la provincia de Castellón condenado a cuatro años de prisión por defraudar casi 700.000 euros a la Hacienda Pública en el conocido como caso NARANJAX, ha entrado sobre las 4 de la tarde de este lunes en la cárcel Madrid 6, ubicada en Aranjuez.
Carlos Fabra ha elegido la cárcel de Aranjuez, porque se encuentra a 40 kilómetros de Madrid, donde vive la mayor parte de la familia del ex mandatario y porque es la ciudad en la que reside el equipo médico que le trasplantó el hígado en 2010.
Fabra entra en la cárcel con 68 años, después de un proceso de 11 años de instrucción, por el que han pasado 4 fiscales y 9 jueces. Aún está a la espera de la resolución del recurso de amparo que presentó ante el Tribunal Constitucional en septiembre, que todavía no ha decidido si lo admite a trámite.
Ahora, podrá obtener el tercer grado a finales de 2015, lo que le permitirá disfrutar de la libertad durante el día.
En Castellón. Decenas de personas se han reunido frente a las puertas de la Diputación sobre las siete de la tarde de este lunes para celebrar con cava la noticia.
Ha habido reacciones políticas.
El president de la Generalitat, Alberto Fabra, ha afirmado que la entrada en prisión de Carlos Fabra demuestra que la Justicia es igual para todos, pero señala que en este caso le produce sentimientos contrapuestos.
El líder del gobierno valenciano ha destacado el papel del ex presidente de la Diputación de Castellón en la llegada del aeropuerto a la provincia.
El secretario general del PSPV en la provincia de Castellón, Francesc Colomer, asegura que es el símbolo del caciquismo provincial y del abuso del poder, del que se sentía impune.
El portavoz de Compromís en Castellón, Enric Nomdedéu, advierte que se ha producido tarde la entrada en prisión de Carlos Fabra, pero señala que es una sentencia justa y supone el epílogo de una vida de excesos.
