El Ayuntamiento de l’Enova ha pedido la colaboración de administraciones supramunicipales para combatir la presencia de la procesionaria, que este año ha atacado con fuerza a la localidad.
El consistorio ha llevado a cabo un tratamiento correctivo, adicional al preventivo que se realiza durante todo el año, en las zonas urbanas en las que se han detectado bolsones de estas orugas, para mejorar la seguridad del vecindario y de los animales domésticos.
Concretamente, se ha actuado en los entornos de los colegios, en el parque del Raval, en el parque de Sanç, en el polideportivo, así como en las zonas perimetrales de l’Enova.
Pese a ello, el alcalde, Tomás Giner, ha puesto de manifiesto, que ante las condiciones ambientales que han favorecido esta proliferación, sería necesario contar con una ayuda extra en las zonas forestales.
Más allá de los efectos inmediatos del tratamiento que se ha efectuado, desde el Ayuntamiento esperan que el próximo año baje el nivel poblacional de mariposas de la procesionaria y de gusanos dado que se ha roto su ciclo biológico.